Así es, estoy aquí, en mi habitación, escribiendo, soñando despierta, al menos tengo que sacarle algo de provecho a este insomnio, pienso, pienso en todo y nada, pienso en que soy… olvídenlo, ahora escucho a mi madre quejarse, “a la 1 de la mañana escribiendo!”, lo que ella no se imagina es como me siento, todo lo que pasa por mi cabeza, todo lo que está cambiando constantemente en ella, recuerdos, pensamientos, emociones, una gran opresión en mi pecho, mi garganta cerrada y siento que me falta el aire. Ojala pudiera hablar contigo, explicarte todo lo que siento, tratar de, de que comprendieras mi miedo, sí, mi estúpido miedo, y no sé, o tal vez sí sé, pero no encuentro la manera de explicarlo, de tal forma en que puedas llegar a comprender, que sientas lo que yo siento.
Siento un absurdo miedo de perder, de perder lo que más quiero en este momento, de perderte a ti, de que un día veas otros ojos y quieras tomar otras manos, de que un día quieras cantarle a alguien más. Tengo miedo de quedarme sola, como lo he pasado la mayor parte de mi vida. tengo miedo de perder la ilusión de soñar todas las noches. Soy muy cobarde, prefiero dejar ir las cosas, prefiero quedarme con mi vieja y aburrida historia, prefiero esperar un futuro solitario, embriagarme con mis tristes pensamientos y mi vida sin sentido. Tengo este estúpido miedo, miedo que me lleva a la locura, pero está bien, porque ahí, en la locura, es en el único lugar donde no existe el miedo, donde tú no existes, ni yo, ni nada.
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